lunes, 4 de junio de 2007

Fin de semana de tragos, baile, amistad y demás







Siendo las 12:36 am del día lunes, recuerdo mi último fin de semana. Que rico la pase!!!



A pesar de haber tenido una semana extremadamente agotadora, principalmente el día viernes que tuve clases desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche, aquello no fue motivo para regresar a casa temprano y mucho menos sin tomarme una copita (toda la semana estaba con las ganas y debía sacarla si o sí)

Sin querer queriendo (o queriendo realmente), Grace y yo nos contactamos con una amiga (que de ahora en adelante la llamaré "vinito") para tomarnos unas chelas (a pesar que la PILSEN TRUJILLO es de mi desagrado). Ella ya estaba festejando el cumpleaños de uno de sus amigos, y nos invitó a asistir (aclarase que el cumplimentado era un total desconocido hasta ese momento); luego de una hora y con dificultad en encontrar la dirección correcta llegamos al lugar.

Empezamos a "divertirnos" (si el estar sentada bebiendo y hablando con un tira de desconocidos medios raros, además de estar cansada por el viernes agitado, se le pudiese llamar diversión) con vodka de naranja y terminamos con la misma bebida. A la 1:30am ya sentía el efecto del alcohol, y recordé que sólo tenia en el estómago un misio "ceviche universitario" (auspiciado por mi linda amiga Grace), en el almuerzo y la mitad de una hamburguesa con pollo, hot dog y doble queso, en la noche. Al reflexionar de la mala nutrición del día y las ganas compulsivas que me dieron en llamar y ver a "alguien", no tuve mejor salida que ir a mi casa a dormir y comer algo.

Ya el sábado, estaba planeando ir al Chaska con Grace y otras amigas (os) pero mientras chateaba con mi amigo Maurico (que justamente se encontraba en Trujillo), me propuso salir con Lily a Tributo Bar y luego pasar al Mecano con sus previos tragos encima. Acepté la "salidita", pero también quería ir al Chaska y por último también quería ver a "alguien" (que al mismo tiempo quería verme). Por primera vez sentí la necesidad de repartirme en tres, y estar en los tres lugares.

Al final, a las 10 de la noche me encontré con Mauricio y Lily (la nena) además de Charly (amigo de Mau) en Tributo Bar, allí nos tomamos algunos slammer's acompañados de una interesante conversación. Luego de un par de horas pasamos a Mecano- como lo planeado -donde bailé como loca con Lily, Mauricio y otros; el baile se combinaba con sus respectivos tragos (recuerdo que Mau, me invitó uno con un nombre muy peculiar: "espérame en el suelo"). En ese momento me resigné en ir al Chaska, pero me anime más en ir a ver a "alguien" que esperaba por mí.

Bebí y bailé hasta las 3 de la madrugada que me encontraba en el taxi, obedeciendo una vez más a mis impulsos y a mi pasión descontrolada. Sólo puedo mencionar que la espera para ver a "alguien" valió la pena, y recién a esa hora empezó mi fiesta (o nuestra fiesta).

Pero lo más feo que te puede pasar después de un fin de semana de tragos, es la resaca. Por la mañana del domingo mi cuerpo me dolía (no sólo por el baile :D), y caminaba por el centro de Trujillo como sonámbula muerta de sueño, tratando de tomar algunas fotografías cosa que se me hizo imposible. Para coincidencia Grace y Diego, que me acompañaban en la labor, también se encontraban en la misma situación; ellos sí habían ido al Chaska y el cansancio embargaba al trío de fotógrafos sin baterías (específicamente por la cámara). Caminamos unas cuadras más y llegamos a un "hueco" a comer ceviche, para reanimarnos un poco.

Llegué a casa, almorcé y luego dormí desde las 3 de la tarde hasta las 9 de la noche. Pasé un lindo fin de semanas de tragos, baile, amistad y demás. Pero principalmente me gocé en "mi fiesta" (¿o nuestra fiesta?). Lo dejo en la mente de cada lector, no necesito describir y narrar lo imaginado.

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