Mi raciocinio pide un cambio a gritos,
porque la angustia que aprieta mi pecho es grande
y mi corazón quiere salirse de el.
Pero, ¿qué debo hacer para no lastimar y sobre todo salir sin heridas?
Por ahora sólo me concentro en tus palabras,
y trato de hacerlas mías para poder confiar más.
Pero en el fondo sé muy bien que todo tiene una fecha de vencimiento,
y sólo me queda consumir lo planeado y creer que en la posterioridad no me dolerá el estómago.
Mi futuro en estos momentos no lo tengo claro,
pero tampoco necesito a una gitana para ver mi final que ya lo presiento por mi instinto femenino.
Me considero crédula a las cosas y a las personas,
y por aquella razón siempre me han pasado mil y una aventuras.
No me arrepiento de haberlas vivido porque son mis experiencias,
mi cuento, mi magia, mi vida.
Para terminar éstas lineas,
y retomarlas en otro momento quiero finalizar aclarando que VIVO,
y lo hago no sólo porque mi corazón late,
sino porque aquello latidos se sienten acelerados y con energía.
Trujillo, 14 de mayo
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