SESENTA Y CUATRO SEMANAS

Fueron 64 semanas maravillosas, en las cuales aprendí varias cosas interesantes y entre ellas el saber amar.

Ya sabes cual ha sido mi decisión, y te advertí que por teléfono nunca se dicen las cosas pero como eres un hombre terco sólo me quedó continuar.

Las cosas ya estaban casi finalizadas, y creo que tus predicciones se hicieron realidad. Sólo aceleraste el tiempo para el final.

Yo me retiro de tu mundo porque no hay espacio para mi, y logro no entallar. Dejo que tus proyectos que tienes en mente, se realicen al cien por ciento y para ello necesitas dedicación a tiempo completo. (Creí que yo era tu tiempo, tu espacio, tus actividades...tu mundo)

Gracias, por los días de aprendizaje que gastaste en mi.

Gracias, por el mundo que me ofreciste todo este tiempo.

Gracias, por los tres meses que pasamos juntos en Lima.

Gracias, por mostrarme tu espacio lleno de mil y un cosas, que hasta el momento me apasionan.

Gracias, por amarme.

Las sesenta y cuatro semanas, sólo las sabemos los dos.

Sólo las hemos vivido los dos,

sólo las hemos disfrutado los dos

y sólo las hemos sufrido los dos.

Y todo quedará en la memoria de los dos.