jueves, 3 de enero de 2008

Llegó el 2008





Comiendo las 12 uvas, mientras observaba los fuegos artificiales frente al mar de Tortugas, fue mi recibimiento para el 2008.

Fue un lindo Año Nuevo, y de esa forma se tiene que mantener hasta el final.

A pesar que ese día (31 de diciembre del 2007), sentía una gran tristeza por no estar cerca de la persona que me hubiera gustado compartir todo aquel paisaje natural de belleza, yo me encontraba optimista y con buenas vibras a todos mis problemas.

Fue un recibimiento para el 2008 lleno de luces, colores en el cielo, buenos amigos, reflexión y buena onda para todo lo que pueda venir.

Nada de tristezas
Nada de pesimismo
Nada de cosas negativas



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